domingo, 27 de mayo de 2007

Soledad

Miré y nadie me contestó.
¡Pues vaya mierda de espejo mágico!.
Fue comprado en la pequeña tienda de Soledad.
Ni un objeto estaba repetido.
Si dos personas adquirieran dos objetos iguales,
tendrían algo de relación
y a Soledad no le gustaba relacionarse,
ni que nadie a su alrededor se relacionase.
Que en otro lugar alguien tuviera un mismo pensamiento,
Un mismo gesto,
Una misma mirada,
Le irritaba.
A Soledad le gustaba estar sola
y la soledad es una enfermedad contagiosa.


No hay nada más solo, que un hombre que cree estarlo.

1 comentario:

Estefania dijo...

pues yo ya me cure, aunque ha sido dificil porque a parte de contagiosa es dañina la cabrona jaja.


me gusta, me gusta, ya te lo he dicho...


besinn